Breve historia del Parque de las Américas.
En este parque tan hermoso, en los años treinta se intentó levantar un gigantesco monumento a Carrillo
Puerto, consistente en tres triángulos sobrepuestos que abarcaban todo el espacio que hoy ocupan la fuente
maya y la sala de lectura y de exposiciones. Nunca pasó del primer triángulo al que contribuyeron todos los
guiadores de vehículos a motor o a tracción animal que cruzaran por la colonia depositando cuando menos
una piedra. En el año de 1938, las ruinas del fallido proyecto fueron demolidas en el régimen del
Ing. Canto Echeverría.
Correspondió a don Ernesto Novelo Torres, gobernador de 1942 a 1946, la idea fantástica de convertir el
gran espacio ocioso de la ya colonia García Ginerés en el parque de las Américas, obra que inició en el año
de 1943 y concluyó en 1945. Don Ernesto, iniciador asimismo del Monumento a la Patria en el Paseo de Montejo
y del Centro Escolar Carrillo Puerto, hoy conocido como "Chetumalito", dio vida útil y alegre a este parque,
cuando ya la colonia llevaba el nombre del fundador: don Joaquín García Ginerés, aunque tuvo que pasar toda
una generación para acostumbrarse a sustituir ese nombre por el de San Cosme.
Digamos algo del significado de este refugio del bullicio citadino: la Fuente Monumental, tiene una arquitectura
de inspiración maya y la forma de hemiciclo enclavado entre dos muros laterales; tiene siete columnas de 4.70
metros de alto, de forma serpentina y de las fauces brota el agua que alimenta los cinco tazones escalonados.
Dos surtidores más brotan de joyeles esculpidos en los nichos laterales. Los detalles ornamentales del
frontispicio se inspiran en el bajareque o los palos con que el maya hacía sus viviendas.
Interesante como original es el edificio de la Sala de Exposiciones y Biblioteca que evoca la choza maya;
la fachada recoge la arquitectura Puuc de la celosía o rejilla, y los símbolos yucatecos del faisán y del
venado. El emplomado de la puerta es el escudo nacional. El mural interior de la sala reproduce figuras de
próceres debidos al pincel del artista Bolaños Gallardo y que son Bolívar, San Martín, José Martí, Sucre,
Hidalgo, Morelos y Washington en una representación del Continente Americano. Dan la bienvenida al visitante
reproducciones de dos de los primeros chacmooles hallados en Chichén, el de Le Plongeón y el de Miguel Angel
Fernández, y en la estela de piedra los datos conmemorativos que dicen: “Parque de las Américas”, construido
por el gobierno del señor Ernesto Novelo Torres, 1942 a 1945. El Gobierno de Yucatán al rendir homenaje a los
países hermanos de América cumple con el deber de expresar así la fé en México por el ideal panamericano.
Inaugurado el 16 de septiembre de 1945, por el gobernador del Estado. Proyectaron y construyeron 'Arquitectos
Amábilis'". Y además, en la parte posterior del edificio, una frase del entonces presidente Manuel Ávila Camacho:
"Unidos por la razón y por la justicia los pueblos de América, formando un bloque cuyo poder está íntegramente
al servicio de la concordia". Las dos figuras mayas esculpidas en relieve, que miran hacia el poniente son del
artista Manuel Cachón y su equipo de canteros.
El teatro al Aire Libre está formado por tres secciones: escenario con concha acústica, lunetario y pérgolas.
La construcción se inspiró en el Templo de las Mil Columnas de Chichén. Los dibujos en los once sostenes de
las pérgolas representan hombres con frutos y mujeres con flores, símbolos de la ofrenda del gobierno yucateco
a los países hermanos del Continente. En las estelas simbólicas de este edificio se aprecian escenas de danzantes
y músicos prehispánicos con instrumentos y rituales adecuados. En realidad éstas fueron las bases del parque de
las Américas hace cuarenta y tres años, además del homenaje a Latinoamérica con los escudos de cada nación en
los pilares del jardín del claustro de lectura, bajo la arboleda.
- Luis A. Ramírez Aznar. (Mérida, 1919-2001). Periodista y escritor yucateco. Autor de más de 5,000 artículos periodísticos. Recibió el Premio Internacional de Periodismo Sip-Mergenthaler y la Medalla Yucatán, entre otros reconimientos. Memorias escritas en 1988. -